Nadie me dijo si quería y aquí estoy. Qué fácil que es mentirse cuando nadie dice lo contrario, cuando piensas lo que otros quieren escuchar. Es tan fácil no salir dañado, que se elige lo óptimo, se elige lo mejor. Ahora miro a mi alrededor, y tan sólo los años han pasado envueltos en mentiras, mentiras que no llegan a ningún lugar. No entiendo cómo hacen, cómo logran no derramar lágrimas simplemente por la vida. Es fácil hacer y deshacer cuando no hay un por qué, pero difícil es cuando hay que defender y no siempre sale bien. Si me dijeran que ya se terminó, partir sería mi camino, no siento nada por qué luchar ni nada por qué estar... y si me preguntaran el por qué, dejaría que respondan, pues hasta ahora, yo no he tenido respuestas ni del por qué aún estoy acá; sólo sé que duele, duele tanto que ya no quiero más. Estoy tan vacía y a la vez tan rota...

- Ann.